Sistema inmunológico: Enfermedades
Leucocitos
Los leucocitos (también llamados glóbulos blancos) son un conjunto heterogéneo de células sanguíneas que son los efectores celulares de la respuesta inmune, así intervienen en la defensa del organismo contra sustancias extrañas o agentes infecciosos (antígenos). Se originan en la médula ósea y en el tejido linfático.
Los leucocitos son células móviles que se encuentran en la sangre transitoriamente, así, forman la fracción celular de los elementos figurados de la sangre. Son los representantes hemáticos de la serie blanca. A diferencia de los eritrocitos (glóbulos rojos), no contienen pigmentos, por lo que se les califica de glóbulos blancos.
Son células con núcleo, mitocondrias y otros orgánulos celulares. Son capaces de moverse libremente mediante seudópodos. Su tamaño oscila entre los 8 y 20 μm
Según la forma del núcleo se clasifican en:
Polimorfonucleares y monomorfonucleares
Linfocitos
Son leucocitos agranulocitos que juegan un rol fundamental en la respuesta inmune. La mayoría de los linfocitos circulantes son linfocitos pequeños (6-8 um de diámetro) (Fig. 1). Aunque estructuralmente iguales, mediante marcadores citoquímicos es posible distinguir 3 tipos de linfocitos: linfocitos B, T y nulos.
Los linfocitos de los tejidos conectivos corresponden a linfocitos pequeños, de 6 a 8 um de diámetro. Poseen un núcleo ovoide con cromatoma muy condensada y una pequeña cantidad de citoplasma suavemente basófilo.
Citoquinas
Grupo importante de proteínas que actúan como mediadores de la comunicación entre células vivas. Pueden ejercer una comunicación paracrina (entre células próximas dentro de un mismo tejido), o una comunicación endocrina (entre células situadas en tejidos distintos, como el hígado o el cerebro). La comunicación celular se considera indispensable para la función sincrónica de las células tanto en los tejidos como en los fluidos —y en especial, la sangre— del organismo.
Por definición, sólo se sintetizan y liberan cantidades pequeñas de estas moléculas en cada ocasión, de manera muy controlada y en respuesta a estímulos locales muy específicos. Las citoquinas ejercen su acción en las células diana al unirse a receptores muy específicos en la superficie de estas células: esa unión desencadena una respuesta.
Células T
Las células T contribuyen a sus defensas inmunes de dos maneras principales. Algunas ayudan a regular las funciones complejas del sistema inmunológico en general, mientras que otras son citotóxicas y directamente se ponen en contacto con células infectadas y las destruyen.
Entre las células T reguladoras se encuentran principalmente las células T auxiliares. Éstas se necesitan para activar muchas células inmunes, incluyendo las células B y otras células T.
Las células T citotóxicas (algunas veces conocidas como células T killer) le ayudan a su cuerpo a deshacerse de las células que han sido infectadas por virus así como también de las células que han sido transformadas por el cáncer pero no se han adaptado aún para evadir al sistema de detección inmunológico. Ellas son responsables también del rechazo de tejidos y órganos injertados.
Enfermedad de Hodgkin
La enfermedad de Hodgkin es un tipo cáncer que se desarrolla en el sistema linfático, el cual es una parte del sistema inmunitario o de defensa, por ello se le describe como un linfoma.
La extensión del sistema linfático por el cuerpo hace que la enfermedad de Hodgkin pueda aparecer en cualquier parte del mismo (hígado, medula ósea, bazo, etc.).
La enfermedad de Hodgkin suele aparecer en adultos jóvenes o en personas mayores de 55 años de edad.
La sintomatología se caracteriza por, hinchazón de los ganglios linfáticos del cuello, la axila o la ingle sin dolor, fiebre que no cede, sudoración nocturna, cansancio permanente, perdida de peso sin causa aparente y picor (prurito) en la piel.
Leucemia
En esta enfermedad, la médula ósea produce un número anormal de células blancas, y pueden llegar a ser tan numerosas que la sangre tenga una apariencia blanquecina.
La leucemia es el cáncer de las células sanguíneas, normalmente de los glóbulos blancos. Las células leucémicas tienen un aspecto diferente de las células normales y no funcionan correctamente.
Existen dos clases distintas de leucemia:
Leucemia linfocítica: causa el deterioro de los linfocitos, que son células sanguíneas producidas por el sistema linfático.
Leucemia mieloide: ataca los leucocitos, que son los glóbulos blancos que se producen en la médula ósea. Los dos tipos de leucemia pueden presentarse en forma aguda o crónica.
Estos tipos de leucemias se dividen a su vez en agudas y crónicas.
Cáncer
Útero- Son tumores malignos que se originan en el útero o en las trompas de Falopio. Debido a la proximidad de estos órganos, si un cáncer se desarrolla en uno, puede fácilmente extenderse a otras partes del cuerpo.
Gastrointestinal- El sistema gastrointestinal incluye el estómago, el intestino delgado y el intestino grueso. Estos órganos forman parte del sistema digestivo, el cual procesa nutrientes (vitaminas, minerales, carbohidratos, grasas, proteínas y agua) en alimentos que se consumen y ayudan a eliminar los residuos del cuerpo. Los tumores carcinoides gastrointestinales se desarrollan a partir de un cierto tipo de célula que produce hormonas en el recubrimiento del sistema gastrointestinal.
Un tumor carcinoide aumenta la posibilidad de que una persona contraiga otros cánceres en el sistema digestivo, simultáneamente o más adelante.
De Seno- El cáncer del seno es un tumor maligno o potencialmente mortal. No todos los tumores o protuberancias son malignos. De acuerdo al Centro Nacional de Información en la Salud de la Mujer, la mayoría de las masas son benignas o no cancerosas. Aunque cualquier masa extraña siempre debe ser examinado por un doctor.
Histerectomías
Una histerectomía es una operación para extraer el útero (matriz) de la mujer. El útero es el lugar donde se desarrolla el bebé cuando la mujer se embaraza. Algunas veces se extraen las trompas de Falopio, los ovarios y el cuello del útero al mismo tiempo que se extirpa el útero. Estos órganos se localizan en el bajo vientre de la mujer (vea la imagen a continuación.) El cuello uterino se encuentra en el extremo inferior del útero. Los ovarios son los órganos que producen los óvulos y las hormonas. Las trompas de Falopio llevan los óvulos de los ovarios al útero.